Material: Botas de media montaña

Entre la  bota de campo que usaba nuestro abuelo, y las botas especializadas (rígidas y de plástico) que se construyen hoy en día, hay un calzado intermedio para llegar caminando hasta cotas donde la vegetación deja paso al terreno rocoso e inestable, salpicado incluso de áreas nevadas. Estas son las botas de media montaña (también conocidas como de travesía o trekking).

En el siguiente vídeo, la gente de Verticoudoor nos explica como elegir las botas de trekking:

 

Este tipo de botas pueden utilizarse en un amplio abanico de terrenos, y también casi todo el año en la mayoría de condiciones.

A tener en cuenta a la hora de elegir la bota

• La suela, ya sea Vibram, Skywalk, Contagrip  similar, debe presentar una unión sólida y compacta con el resto de la bota, sin marcas o arrugas laterales por donde fallará con el tiempo. Una suela excesivamente dura tiende a resbalar más ( sobre todo en mojado) que las suelas blandas, con mejor agarre pero menor duración.
  
  
• La puntera puede estar también protegida por caucho o goma, lo que preservará a nuestros dedos ante algunos golpes. Si queremos usar ocasionalmente crampones automáticos en terrenos sencillos, debemos asegurarnos que presentan el suficiente reborde.
  
  
• Material (piel, cordura, membrana): La piel ofrece un alto grado de resistencia a la abrasión y desgaste en general, así como una excelente impermeabilidad y protección. Por contra es pesada y tarda más en adaptarse al pie (es necesario “domarlas” previamente) así como en secarse cuando se moja. Existen dos grandes grupos: Cuero piel flor y Serraje
  Por su parte, los tejidos sintéticos se han asociado definitivamente a la piel para la fabricación de botas. Ligereza, flexibilidad, cierta transpirabilidad y comodidad son sus principales características. No tardan tanto en secar y tampoco exigen fase de “doma” previa. Sin embargo, son menos resistentes a la abrasión (se desgastan antes que las pieles) y pierden propiedades por los lugares donde flexionan una y otra vez (ej: el tratamiento hidrófugo que repele el agua). Estamos hablando de nailon, poliéster y más recientemente la cordura sola o con kevlar.
  A la hora de combinar ambos materiales, se emplean las pieles en las zonas más expuestas a los agentes externos, reservándose los sintéticos para aquellas otras donde se requiere superior comodidad. Cuanto menor sea el número de costuras que ensamblen estas piezas, mayor impermeabilidad, y en algunos casos se emplea para coser hilo de poliéster hidrofugado.
  
• La caña: La altura de la caña de la bota no se corresponde necesariamente con la sujeción que ésta proporciona a los tobillos. Los modelos de caña muy alta terminan por resultar demasiado aparatosos e incómodos para los gemelos.