Dormir confortable en la montaña

El saco de dormir

Para iniciarse, no hace falta comprar un saco de dormir de 300 € que además, ocupará mucho en tu mochila y puede que hasta pases calor. Pero sí voy a explicaros un poco lo que hay que tener en cuenta a la hora de comprar un saco:
Un buen saco de dormir debe acoplarse a tu cuerpo, retener el calor corporal así como ser ligero y compresible. Busca la talla adecuada. El diseño más eficaz es el de momia.
La calidez de un saco de dormir la proporcionan el material aislante y la capa de aire caliente que se forma entre el cuerpo del montañero y el frío exterior. 
Un saco será más o menos caliente dependiendo del tipo y la cantidad del relleno aislante (pluma o fibra sintética), el espesor del relleno (loft), el tamaño del saco (si se ajusta al cuerpo de su ocupante), el estilo y el método de construcción.

En lo concerniente al relleno aislante:

Hay básicamente dos tipos: Sintético y de plumas o duvet.
Los de relleno sintético suelen ser más económicos pero pesados y voluminosos. Tienen la ventaja de que siguen abrigando aún cuando lleguen a mojarse ya que son más resistentes a la humedad, mantienen su volumen al mojarse y se secan más rápido que los de plumas. Por otra parte son más pesados y no se comprimen tanto al guardarlos en la mochila. Otra desventaja que presentan los de fibras sintéticas frente a los de plumas es que con el tiempo y uso se deterioran más rápidamente, pierden volumen y sus capacidades de abrigo.
Los de plumas o duvet son normalmente más costosos, pero ofrecen mucho más abrigo que los sintéticos y son menos voluminosos al comprimirlos. Estos requieren de mayor cuidado con la humedad ya que, si se mojan, dejan de abrigar y tardan más tiempo en secarse.

Concluyendo

Si vas a usar el saco de dormir con cierta frecuencia, te recomiendo comprar un saco de plumas. Aunque te gastes 100 euros, no te arrepentiras por su calidez, confort y durabilidad. 

Colchoneta aislante

La base del confort para una noche al aire libre es un buen aislante debajo del saco de dormir.
Ya sea invierno o verano, dentro de una tienda o fuera de ella, la colchoneta nos proporciona una cama más caliente y mullida. En suelo mojado o en nieve, es fundamental. A falta de colchoneta, y si llegara el caso, aíslate del suelo utilizando la ropa que no lleves puesta, la mochila, la cuerda o las botas.

Antes de meterte en el saco

Tu saco no hace más que conservar el calor que tú produces, es decir, que eres tú la fuente de calor; por eso, estaría bien que cuando te introduzcas en él lo hagas optimizando tu produción de calor:
  • No te metas en el saco con frío, es mejor que te des un paseo o hagas algún ejercicio antes de planchar la oreja. No tienes que llegar a sudar, pues esto sería aún peor.
  • Una cena a base de hidratos hará que tu cuerpo genere más calor.
  • Extrae el saco de su bolsa y extiéndelo 10 o 15 minutos antes. Esto hará que tu saco se expanda y adquiera aire entre sus fibras o plumas.
  • Duerme con ropa seca. Si has sudado cambiate de ropa, al menos la interior. Gorro y calcetines son un complemento que marcarán la diferencia.

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